Fuente: Cámara Inmobiliaria Metropolitana
Ciro Martínez
LA LEYENDA INMOBILIARIA
Ciro Martínez Concepción es de aquellas personas que nacen para trascender con sus obras y también para contar las historias del largo camino recorrido. Los mejores esfuerzos de su vida los ha dedicado a la actividad inmobiliaria. Ha sido avaluador, promotor, administrador de condominios, y corredor inmobiliario, y ha desarrollado además su vocación gremialista en una trayectoria de lucha que ha tenido “más altos que bajos”, y que lo hacen sentir hoy “plenamente realizado”.
Recuerda con alegría los inicios del negocio inmobiliario en Venezuela, que llegó de la mano de la Ley de Propiedad Horizontal, aprobada el 15 de septiembre de 1958. Con ese instrumento se inicia formalmente la profesión inmobiliaria en Venezuela. Posteriormente, con la creación de las Entidades de Ahorro y Préstamo (1962), y luego con la banca hipotecaria, el Estado presta atención al financiamiento de desarrollos habitacionales, que hasta ese momento sólo contaba con el apoyo del Banco Obrero. El acta constitutiva de “La Primera”, la pionera de las EAP, lleva las firmas de Eduardo Fuentes, su primer gerente, Eugenio Mendoza, Casimiro Vegas Rolando, Carlos Acedo Mendoza, Rómulo Guardia, y de Ciro Martínez.
-Mi gran escuela fue la empresa Acedo Mendoza y Vegas hasta que fundé mi propia empresa. Llegué hasta allí con una tarjeta de Pedro Vegas Rolando. Así conocí a Casimiro Vegas Rolando con quien cultivé una gran amistad, como con Elías Nagel y Alfredo Wilson, también dedicados a la venta de inmuebles. Casimiro siempre tenía en mente la idea de un gremio, de organizar a los inmobiliarios que operaban en forma dispersa, porque no había nada que nos uniera.
-Y cumplió su sueño cuando el 26 de septiembre de 1966 firmamos el documento de constitución de la Cámara de Propiedad Horizontal y Bienes Raíces en la Notaría de El Recreo. Casimiro Vegas fue realmente el fundador de la Cámara junto a un grupo de promotores, entre ellos Guillermo Wilson, Gianfranco Pieratoni, Saturnino Crespo, Martín Feo, Norman Morrison, Alberto Sánchez, Mariano Fernández Blázquez.
El nacimiento de la Cámara se registró en la oficina de Casimiro, que estaba ubicada en la Urbanización San Soucy, en Chacaito. Allí nos reuníamos todos los lunes, “para caernos a mentiras donde nos contábamos los grandes negocios que habíamos hecho. De ahí nos dirigíamos al bar San Luis que quedaba en la esquina de Chacaito, para seguir hablando, y hacer planes, e inventar uno y mil chistes adaptados a los inmobiliarios, que están en mi libro “Humor Inmobiliario”, una antología alegre de la actividad inmobiliaria en Venezuela, que también guarda parte de la historia de nuestro sector”.
Durante más de diez años la Cámara funcionó en Sans Soucy, lapso en el cual Casimiro Vegas era el presidente y Ciro Martínez el vicepresidente. “Con una gran fe en el porvenir empujamos la Cámara. La queríamos sólida y grande. Redactamos los primeros estatutos y luchamos mucho, aún por encima de la mirada crítica de la banca hipotecaria, que no concebía el sentido de nuestra organización”.
Y echamos a andar también nuestros negocios al calor del auge de la propiedad horizontal. Casimiro fue el gran impulsor de la construcción horizontal, y llegó a tener la inmobiliaria más grande del país con 60 vendedores que para esa época era toda una hazaña, con una élite de vendedores donde estábamos con Wilson y gente muy valiosa.
Así comenzó la Cámara. Nadie quería asumir la presidencia, porque su ejercicio significaba gastos y muchas responsabilidades. Pero llegó el momento en que buscamos sucesores y elegimos a Elías Nagel, como presidente, quien fue sucedido por Alfredo Wilson. Estos son los inicios, y de allí en adelante quienes han dirigido los destinos de la Cámara han puesto lo mejor de sí para llevarla al sitial que ocupa.
Los 40 años de la Cámara significan un gran logro sobre todo de los pioneros que empujamos la Cámara. Por fin hay una organización que agrupa a los profesionales inmobiliarios, que entre sus logros figura la adopción del Código de Ética, la adquisición de la sede, y su rol esencial: la formación y capacitación de los inmobiliarios. Hemos logrado una clase empresarial muy fuerte, con mucha presencia a nivel institucional y en el país. De manera que se nos toma en cuenta, porque somos capaces de poner los puntos sobre las ies. Tenemos una gran organización, y podemos decir con legítimo orgullo que se puede vanagloriar frente a Fedecámaras, Fedeindustria, la Cámara Venezolana de la Construcción, o cualquier otra organización del universo institucional del país. |